Esta mañana me he dado cuenta de que una y otra vez repito las mismas situaciones en mi vida.
Ayer empecé a leer el blog desde el principio y parezco monotemática, una y otra vez dando vueltas sobre lo mismo. Entonces me he acordado de que Thomas dijo algo sobre esto, he buscado el texto y dice así:
“Yo creo que vivimos para hacer experiencias. Todos estamos atrayendo a ciertas personas, ciertas situaciones…
y lo que hacemos siempre es repetir, nosotros repetimos siempre.
la diferencia es: Estamos conscientes?
Lo hacemos conscientes?”
Y aqui estoy yo repitiendo lo mismo una y otra vez.
El tema de estos últimos días es el siguiente:
Es como si yo llevara colgado un cartel invisible que dijera:
“ignórame, no me hagas caso, no contestes a mis llamadas, whattapps, ni mails”
OK, vamos a estudiar la situación de una forma más consciente… Me doy cuenta de que tiene que ver con mi forma de hacer las cosas, con mi falta de determinación para materializar mis iniciativas y para no conseguir mis objetivos. Justo los temas que he repetido este verano y donde siento que no he podido superar las pruebas ni hacerlo diferente.
Entonces vuelvo a entrar en situación…
Para qué me sirve hacerlo así?
Esta situación me ha ayudado siempre a entrar en mi rol de luchadora solitaria, de AMAZONA solitaria, si no me hacen caso, yo tengo que hacerlo sola. Así no dependo de si me contestan o no, no dependo de los otros, así no dependo de su feed-back (algo que me da miedo).
Y como creo la situación?
No soy constante en mi conexión, o bien no doy señales de vida durante mucho tiempo o empiezo a enviar mucha información (tres mails, dos whattapps…en un día) y entonces siento que me pongo muy pesada, me pongo muy ansiosa esperando la contestación del otro. Ahi puede haber una clave. Yo misma me juzgo como alguien pesado, que me he pasado un montón al enviar tanta información e insistir en algo que quiero y después me juzgo, ME FRENO y dejo de insistir.
Pero realmente quiero tener lo que digo que quiero? o lo vivo como … debería escribir esto, debería contestarme… y es algo pesado hasta para mi.
Si observo de donde me viene esto, me doy cuenta de que mi madre cuando quería conseguir algo era como un intrépido sabueso, no había nada que la detuviera, yo podía estar en Argentina y ella era capaz de llamar a la embajada por no tener noticias mías en un día. También era capaz de llamar a los sitios y personas más insospechados para saber donde yo estaba (aunque yo ya fuera adulta). Esta forma de hacer, me ha traído mucho dolor. Y yo no he querido ni siquiera hacerlo un poco parecido. He rechazado esta forma de hacer. Por eso, puede ser que cada vez que yo hago algo parecido, me juzgo y rechazo . Y para no acercarme hago todo lo contrario, dejo de insistir, pierdo mi determinación.
Esta última forma de hacer me ha traído también dolor y frustración (soledad y aislamiento), pero menos que la forma de hacer de sabueso. También me ha traído muchos beneficios… libertad, independencia, espacio para mi. En cierta forma me ha mantenido alejada de un comportamiento que he, por así decirlo, “odiado”.
Tal vez sea el momento de hacer las paces con esta parte que está dentro de mi y que continuamente estoy juzgando y luchando contra.
Tal vez sea el momento de dar una nueva interpretación a los hechos, a las situaciones, entendiendo que la actitud de sabueso estaba motivada por el amor, el coraje y la valentía (aquí me iría muy bien una de las interpretaciones que Thomas hace y que cambian nuestra vida…) y en lugar de huir ante la insistencia del sabueso, como yo solía hacer, puedo hacerlo diferente, puedo escuchar esta parte dentro de mi que estoy rechazando, sentirla, entenderla y contestarle.
También puedo empezar a utilizar mi creatividad para empezar a enviar mis mensajes de otra forma ….más femenina, más sutil, más… diferente! Darle mi forma personal
Voy a probar!
Lo he probado! he insistido y he sido más concreta y concisa en mi mensaje…. Y HA FUNCIONADO!!!
Me siento feliz!