EL otro día compartía con mi amiga Emmi como había sido este último coaching con Thomas.
En él yo había querido trabajar el tema de mis relaciones de pareja.
Gran tema en mi vida donde muchísimas veces me he sentido una “handicap woman”, incapaz de tener una pareja más de dos fines de semana seguidos, y en las que muchas veces elijo hombres que no son grandes, ni fuertes, más bien en ocasiones cobardes para tomar determinadas decisiones.
Al mismo tiempo, dentro de la relación, yo me convierto en una mujer controladora y mandona. Una Luisa, que no me gusta nada.
Y entramos en situación… Esta es la historia de Tarzan y de una Amazona:
Era se una vez un coach que quería enseñar a su cliente como son las relaciones adultas de pareja con un hombre GRANDE.
La cliente, una mujer controladora a la que le gusta mandar y hacer las cosas a su manera, no está nada acostumbrada a relaciones de pareja con hombres GRANDES.
Y el coach, un hombre GRANDE, representó para la clienta una historia que ella interpretó como:
YO TARZÁN
TU CHITA
Yo voy delante, tu detrás.
Dejando así claro quien era el HOMBRE.
Esto era realmente nuevo para la clienta, siempre acostumbrada a mandar, sobretodo a los hombres. Y os puedo asegurar que la clienta lucho e intentó por todos los medios llevar al coach dentro de su modo habitual de construir las relaciones…SIN LLEGAR EN NINGUN MOMENTO A CONSEGUIRLO…
El coach se mantuvo en todo momento firme en su forma de hacer como HOMBRE GRANDE.
Cuando le conté la historia de TARZAN a mi amiga Emmi, ella no podía parar de reir y cuando por fin terminó, me preguntó:
Y por qué has elegido ser Chita y no JEANNE, la mujer de TARZÁN?
AL princpio no supe muy bien que contestar, pero después de darle vueltas al asunto, me di cuenta de que yo no quiero ser Jeanne, yo no quiero ser este personaje.
Yo no quiero cocinar, cuidar la casa, cuidar de Tarzán, asistir a compromisos familiares… etc.
Me gusta más el personaje de Chita, su compañera infatigable de aventuras.
Me gusta viajar, ir a cazar, moverme con libertad por la selva, subir y bajar de los árboles…etc
Y además siento que empecé el coaching definitivamente como Chita, sin mucha conciencia sobre porqué ni para qué hacías las cosas.
Ahora casi terminando mi proceso, me doy cuenta de que mi personaje ha ido evolucionando y ya no tiene tanto aspecto de Chita.
Ahora tiene más forma de… AMAZONA!
Una amazona que empieza a darse cuenta de que tiene problemas con la cercanía a los hombres, porque en sus relaciones anteriores cercanía suponía perder la libertad, su mayor tesoro.
Una AMAZONA que empieza a trabajar el tema de la cercanía y empieza a combinar libertad con cercanía.
Ahora viene el momento de preguntarme:
Cuanta cercanía quiero en mis relaciones?
Cuando es demasiado y cuando demasiado poco?
Donde me siento cómoda?
AHORA LA AMAZONA empieza a evolucionar hacia la MUJER fuerte, adulta y libre, capaz de entrar en relación con un hombre grande, adulto y libre.
Con un beso
Luisa
